noviembre 03, 2009

~


A veces me despierto vacía, llena de nada... Y mi mente se abandona sin remedio hacia el infinito de los días carentes de significado... Y vuelvo a volar entre recuerdos, y sigo sufriendo entre momentos olvidados y tiempos irrecuperables, que duermen el algún lugar de mi alma... Qué difícil es seguir a veces, y que complicado detenerse mientras la vida sigue girando en su empeño por renovar decorados viejos. Las sonrisas mueren. Los recuerdos viven...

Y de que me sirve nadar en el pasado, de que me sirve sentir las lágrimas... De que me sirve ahondar en la yaga. No sirve de nada quemarse por dentro. Y a veces lo hago, pero sólo a veces, cuando cansada de buscar vuelvo a ti sin remedio, cuando harta de caminar sin rumbo vuelvo a sentarme a tu lado... Y te echo de menos. Me falta todo, desde que tu no estás. Me sobra todo, desde que te marchaste. Pero la vida sigue, y yo, continúo con ella sin saber por qué.

Hay tantas cosas que no llego a comprender... Hay tantos ratos, tantas palabras, tantos momentos, tantas sonrisas... Tanto tiempo juntos, durmiendo en algún lugar de mi memoria, a modo de recuerdos, que a veces me arañan por dentro. Desapareciste con el tiempo, pero tus ojos, siguen aquí... Porque en realidad, nunca te marchaste de mi vida, aunque el destino siga intentándolo, aunque la vida me ofrezca mil oportunidades mas... La felicidad sin ti, no me sirve para nada, ni la tristeza, ni la rabia, ni cualquier otra cosa que me haga sentir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario